domingo, 29 de septiembre de 2019

saza va a ser mamá


L’événement le plus important depuis que l’homme a marché sur la lune (No te puedes fiar ni de la cigüeña, Jacques Demy, 1973) llega a España en agosto de 1974. Un mes más tarde, en pleno Festival de San Sebastián, el avispado productor murciano José Antonio Cascales anuncia el rodaje de El insólito embarazo de los Martínez (Javier Aguirre, 1974). Que la cinta presentaba sus más y sus menos con la película de Demy lo constata que en el cartón de los créditos dedicados al guión constan sus dos autores –el propio Javier Aguirre y Antonio Fons- y una inusual fecha de copyright: 1971.

Protagonizan Saza y Esperanza Roy como una pareja de recién casados: él vive obsesionado por verla embarazada, pero su trabajo diario en la Junta de Energía Nuclear provoca la inversión de roles. La cinta incide en los aspectos más orientados a la farsa, y destaca particularmente la intervención de Tip y Coll como dos abortistas surreales que consiguieron escapar a la censura y que posiblemente encuentran su espejo en la secuencia de la pesadilla de Marco en L’événement…, cuando éste sueña que un par de enfermeros le tumban sobre una mesa de billar para sacar de su tripa un teléfono y una gallina. Si bien Luis Sánchez Polack "Tip" se ha hecho un hombrecito con bigote en el humor radiofónico junto a Joaquín Portillo "Top", José Luis Coll no llega a Madrid hasta 1956. Tiene entonces veinticinco años y se forma como humorista en Don José. Al desaparecer la publicación de Mingote de los quioscos, pasa a "la revista más audaz", donde inaugura su colaboración en junio de 1958. Como ha sucedido con tantos antecesores, no tarda en convertirse en pluma estable de La Codorniz. Un par de años más tarde nos lo encontramos desarrollando series completas, como ese "Cosas mías" en el que incluye lo que hoy llamaríamos microrrelatos, aforismos y máximas mínimas al modo de Jardiel.


Para que la filiación de El insólito embarazo de los Martínez sea patente, en la sala de espera del ginecólogo las futuras mamás no hojean Hola, Semana ni Lecturas, sino... La Codorniz.

domingo, 8 de septiembre de 2019

herreros, cameísta

El dibujante -y publicista y escalador y cineasta y portadista de La Codorniz...- Enrique Herreros fue también un infatigable cameísta, siempre presto a hacer el papelito brevísimo, pero de lucimiento.

La afición arranca cuando Edgar Neville rueda en el edificio del Palacio de la Prensa, donde trabaja Herreros, Yo quiero que me lleven a Hollywood (1931) y hace falta alguien que bese a una de las aspirantes a estrellas. Después de la guerra, sus apariciones en la pantalla menudean, sobre todo a las órdenes de Rafael Gil, que contó con él hasta en ocho ocasiones. Él mismo se reserva un papel harpomarxiano de cierto relieve en La muralla feliz (1947) y comparecerá por última vez como actor en La vida es magnífica / Le voleur de Tibidabo (Maurice Ronet, 1964).

He aquí un testimonio todo lo exhaustivo que nos ha sido posible de estos cameos...

un tipo besucón en Yo quiero que me lleven a Hollywood (Edgar Neville, 1931)

el acomodador del ozonopino de Eloísa está debajo de un almendro (Rafael Gil, 1943)

un calzonazos que declara ante el juez en El clavo (Rafael Gil, 1944)

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un personaje no localizado en Te quiero para mí (Ladislao Vajda, 1944) 

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el revisor del tren de Empezó en boda (Raffaello Matarazzo, 1944)

el empresario teatral de El destino se disculpa (José Luis Sáenz de Heredia, 1945) 

el faquir del circo de El fantasma y doña Juanita  (Rafael Gil, 1945)

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el "padrino 2" en Espronceda (Fernán, 1945) 

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otro personaje no localizado en Cinco lobitos / O diablo são elas (Ladislao Vajda, 1945) 

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un espectador en Senda ignorada (José Antonio Nieves Conde, 1946) 

el joyero de María Fernanda la jerezana (Enrique Herreros, 1946) 

el doctor Pedro Recio que mata de hambre a sancho en Don Quijote de la Mancha (Rafael Gil, 1947) 

el hijo mudo en La muralla feliz (Enrique Herreros, 1947)

un comerciante escarmentado por los bandoleros en Aventuras de Juan Lucas (Rafael Gil, 1949)

un mozo de cuerda en La revoltosa (José Díaz Morales, 1950) 

el cantante afónico de Teatro Apolo (Rafael Gil, 1950) 

el autor dramático de El gran Galeoto (Rafael Gil, 1951)

un ratero del Rastro en De Madrid al cielo (Rafael Gil, 1952) 

el señor que se busca algo en el ojo de Cabaret (Eduardo Manzanos, 1951) 

y el coronel de La vida es magnífica / Le voleur de Tibidabo (Maurice Ronet, 1964)

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y el protagonista póstumo de Un cineasta en La Codorniz (Javier Rioyo, 2012)