martes, 22 de febrero de 2022

el adulador herrerosiano

Emparedada entre El pisito (1958) y El cochecito (1960), las dos primeras colaboraciones en España de Marco Ferreri con el codornicista Rafael Azcona, Los chicos ( 1959) suele pasar injustamente desapercibida. Con guión de Leonardo Martín, que venía de colaborar en Calabuch (Luis G. Berlanga, 1956), Los chicos tiene un perfil menos afilado que las dos cintas azconianas, pero es una muy apreciable aproximación a la inane vida de unos chicos de barrio. 

Ferreri se muestra un poquito más humano con sus personajes, lo que no quiere decir ternurista, y aprovecha el registro costumbrista para colar de matute algunos apuntes postneorrealistas. Sus logros, no obstante, quedaron oscurecidos por la pobre calificación oficial, que impidió el estreno normalizado. Con los años, se ha visto también perjudicada por las comparaciones no sólo con la virulencia del humor corrosivo del que hacían gala sus películas azconianas, sino con Los golfos (1959), el debut de Carlos Saura, con la que comparte algunos motivos argumentales.

Andrés, Carlos y El Negro, todos con sus sueños de adolescentes, se reúnen habitualmente en el quiosco de prensa en el que se pasa la vida El Chispas. El lugar propicia la aparición en pantalla de semanarios de información general, revistas de cine y tebeos... todo lo que conforma el imaginario cotidiano de los chavales. Y entre tal despliegue de prensa no podía faltar, desde luego, La Codorniz de nuestros pecados. En concreto el número 929, correspondiente al 6 de septiembre de 1959. Como el visitante tiene a la vista el dibujo de Herreros nos limitaremos a citar su título "El adulador" y a reproducir su pie: "¡Qué bien sabe usted hacer las oes con un canuto, señor director!".