miércoles, 29 de mayo de 2024

más cornadas da el salario mínimo

Un atraco de ida y vuelta / Uno scacco tutto matto (Sei simpatiche carogne) (Roberto Fizz, 1968) es una de esas comedias de atracos que proliferaron a finales de los sesenta. Es una coproducción ítalo-española, por lo que cuenta con un viejo actor de Hollywood —Edward G. Robinson—, una belleza transalpina —Maria Grazia Buccella—, un plantel de secundarios —Jorge Rigaud, Manolo Zarzo, Adolfo Celli...— y unas localizaciones atractivas —Palma de Mallorca—. El libreto, cocinado nada menos que entre seis guionistas, se desarrolla a partir de la extraordinaria casualidad de que cuatro de los integrantes de la banda de ladrones sean los dobles exactos de los empleados de una sucursal bancaria alemana en la isla. La chica ha de sustituir a la secretaria miope, que siempre se detiene en el quiosco de prensa callejero a comprar novelas policiacas. 

Y en el quiosco —ahí, ahí, a la derecha del todo— está el inevitable ejemplar de La Codorniz. Se trata del número 1358, del 26 de noviembre de 1967. La portada de Chumy, refleja su preocupación social mientras los españoles se lanzaban en brazos del boom desarrollista. 

La Codorniz, núm. 1358, 26 de noviembre de 1967