martes, 12 de octubre de 2021

un tono olvidado

El inagotable caudal tonesco nos sigue sorprendiendo con obras que no teníamos catalogadas. En este caso se trata de Suspenso en suspense, una “función” escrita directamente para la tele y dirigida por Pedro L. Ramírez en 1963. Reproducimos el comentario de Viriato en la Hoja del Lunes del 19 de agosto de 1963:

Pedro Ramírez ha “cogido” ya el secreto de la televisión y su ritmo, y sabe dirigir para ella; es decir, valora tiempos y planos, pausas y efectos, con lo cual emerge el ritmo que cualifica su quehacer. Y lo distingue.

Suspenso en suspense, de Tono, es obra ágil, graciosa, entretenida y picaruela; obra, en fin, muy de Tono, a la que Pedro Ramírez extrajo todo el jugo manteniéndola a “pulso de imagen” por la eficacia indiscutible de [los cámaras] Santos, Blanco y Cardona que “tiraron” siempre bien y con seguridad absoluta en íntima colaboración con quien realizara, que no lo sé, pero sea quien sea, sabe. Y sabe hacerlo muy bien. 

La interpretación, asimismo, nos gustó muchísimo. Tanto Fernando Delgado como Jesús Puente —un par de actores de absoluta eficacia y magisterio dentro del quehacer de televisión— y Marta Padován acertaron en su cometido, lo mismo que Roberto Llamas, actor al que, si otras veces le hemos puesto algún “pero”, en esta ocasión nos pareció excelente. Los “secundarios” eran también verdaderos “primeros”, porque María Massip, Tony Soler, Luis Morris y [Antonio] Acebal son, por nombre y renombre, figuras cualificadas que aportaron a Suspenso en suspense verdadera categoría.

Fue una lástima que los tres cierres en negro —uno de ellos decididamente largo— restaran tersura al quehacer total, rompiendo el ritmo preciso y el “embarque” del espectador, metido de verdad en el humor de Tono, excelentemente arropado por un decorado bueno y una planificación espléndida. Lo de la música de El tercer hombre, un verdadero hallazgo.

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