lunes, 19 de diciembre de 2016

el manuscrito encontrado en zarazwela




Como en el caso de otros cineastas amateurs la obra de Díaz-Noriega  resulta prácticamente desconocida. El circuito de festivales de cine en formatos subestándar hace tiempo que desapareció y, para colmo, "JEDN" actuaba desde la perifería de La Coruña, en tanto que núcleo de creadores aficionados se encontraba en Cataluña. A pesar de eso, su cortometraje El cine amater (Filmlet con cuplet), remake en 16mm de 1965 de la película homónima realizada en 8mm en 1961, obtuvo dos decenas de galardones y le proporcionó notoriedad. En ella se dan tres de las características esenciales de su obra: la autorreferencialidad a la materialidad del cine, la concepción mélièsiana del espectáculo, por modesto que sea, y el humor. La ironía —por veces sarcástica— es consustancial con su personalidad y le lleva a realizar, como colofón a alguna ficción en 8mm estrictamente bélica  durante la Guerra Civil, Banderas victoriosas (1939). Se trata de un ejercicio suicida, puesto que satiriza abiertamente el primer desfile de la Victoria celebrado en Madrid a mayor gloria del Caudillo.


El mismo Franco protagoniza—después de muerto, como el Cid— El manuscrito encontrado en Zarazwuela / Nos-fera-a-touts la pugnete (1978), reciclaje mediante la manipulación de la banda de sonido de una copia en súper-8 de Nosferatu (Nosferatu, F. W. Murnau, 1922).

El príncipe Jonathan-Carolus debe abandonar a su esposa Nina Democracia, para ir al encuentro, en el castillo de Meirás e Non Tornarás, del valido del Gran Ducado de Franconia, Dráculas Navarro. Cuando el príncipe toma un libro de mesilla, Díaz-Noriega traduce gentilmente el título "Principios Fundamentales del Aquietamiento Nacional". Los aspectos satíricos quedan reforzados no sólo por la incorporación de toda clase de referencias a la actualidad, sino por el conocimiento previo que se supone al público cinéfilo de la obra de Murnau.


La voz en off interpreta los intertítulos —supuestamente escritos en clave— y apoya la narración en ciertos pasajes con modos jocosamente arcaizantes. Fragmentos wagnerianos, coros de zarzuela e himnos falangistas sirven de contrapunto irónico al argumento, aún más cuando el conde es incapaz de permanecer cara al sol.


El nombramiento de Adolfo El Suave como solución salomónica se presenta sobre unos planos de un documental en color al son del “Habla, pueblo, habla”, la sintonía institucional que invitaba a los ciudadanos a participar en el referéndum sobre la reforma política. Burla burlando, en setenta minutos Díaz Noriega repasa dos años cruciales en la historia de España —de 1974 a 1976— buscando paralelismos entre la peste y el espíritu del 12 de febrero o la planta carnívora del profesor Van Helsing y la entonces celebérrima “trampa saducea” intuida por Torcuato Fernández Miranda.

Las manipulaciones de material clásico en súper-8 no se agotan con esta versión de la película de Murnau. "JEDN" canibalizó también Blood and Sand (Sangre y arena, Fred Niblo, 1922) —"nueva versión musical hablada en andaluz con subtítulos en inglés", a la que por mor de su carácter de españolada incorpora fragmentos de la Carmen de Bizet y la sintonía de Curro Jiménez— y Metropolis (Metrópolis, Fritz Lang, 1927), en la que, al hilo del argumento original, se plantean de modo desenfadado las nuevas relaciones entre el capital y el trabajo en la España post-sindicato vertical.

No hay comentarios:

Publicar un comentario