jueves, 29 de agosto de 2024

maría dolores pradera, fernán-gómez y jardiel en la filmoteca y la academia

Hoy cumpliría María Dolores Pradera cien años. Ésta ha sido la excusa para que sus codornizólogos de cabecera, Aguilar y Cabrerizo, escribieran la documentadísima biografía María Dolores Pradera: Déjame que te cuente (Roca Editorial, 2024).

La celebración del centenario tendrá lugar el próximo jueves, 5 de septiembre, en el Doré a las 20:30 con la presentación de un ciclo de una decena de títulos que descubren una de las facetas menos conocidas y más interesantes de la carrera de María Dolores Pradera: la de actriz.

La película elegida para la ocasión es Los habitantes de la casa deshabitada (Gonzalo Delgrás, 1946), adaptación de una comedia de Enrique Jardiel Poncela que sirvió para que la actriz y Fernando Fernán-Gómez se ennoviaran. Cuatro años más tarde protagonizaron la película.

Además, el viernes 6 a las 19:00 habrá un acto en la Academia de Cine en el que se presentará el libro y se proyectará la inconmensurable Vida en sombras (Lorenzo Llobet Gracia, 1948), de nuevo protagonizada por la pareja Pradera / Fernán-Gómez. 

Como preámbulo, el homenaje a la cantante y actriz, con la presencia de sus hijos, Fernando y Helena Fernán-Gómez, los biógrafos y acaso alguna sorpresa musical. Llevará la batuta la periodista Rosa Belmonte.

sábado, 24 de agosto de 2024

hermano lobo y el nuevo cine vasco

En el verano de 1985 la Consejería de Cultura del Gobierno Vasco promueve la realización de tres películas de aproximadamente una hora de duración, basadas en obras literarias recientes, rodadas en euskera y con estreno en Euskal Telebista. Por orden de rodaje son Hamaseigarrenean, aidanez (Ocurrió a la decimosexta, Anjel Lertxundi, 1985), Ehun metro (Cien metros, Alfonso Ungría, 1985) y Zergatik Panpox? (¿Por qué Panpox?, Xabier Elorriaga, 1985).

El mediometraje de Ungría adapta la novela homónima de Ramon Saizarbitoria que relata, mediante flashbacks y el recurso a comentarios exteriores a la narración, la carrera de un militante de ETA por la Plaza de la Constitución donostiarra donde es abatido por la policía. 

En realidad, la película trataba tanto de una acción violenta como de esa preciosa ciudad "en la que nunca parece pasar nada". Yo me había criado durante mucho tiempo en ella y conocía perfectamente su vitalidad y sus miserias, su defensa de la libertad y la hipocresía de sus castas. Sabía de los entresijos de sus conglomerado social y me atraía hacer una sutil radiografía de todo ello. Era una forma de dejar atrás la simbología "albanesa" [La conquista de Albania (1983)] para acometer una crónica del reciente pasado euskadún, ya que la historia se situaba en los años sesenta. [Alfonso Ungría: Memorias: Del cine en la Transición. Madrid: Cátedra, 2023, pág. 246.]

Entre los recursos externos se encuentran los titulares periodísticos y los comentarios de los ciudadanos. Ungría los aúna al principio en una breve escena en un quiosco de prensa donde figura de modo prominente un ejemplar de Hermano Lobo. Se trata del número 48, del 7 abril de 1973, lo que nos permite datar con mayor precisión el relato.


La portada es un chiste de Périch sobre la crisis del petróleo y cómo afectó al empleo en España. Temáticamente, que no en lo gráfico, remite a una línea ampliamente explorada en la década anterior por Chumy Chúmez, el fundador del "semanario de humor dentro de lo que cabe".